Creo y pienso que es un tema a tener en cuenta.
De la misma forma que todo mago es un mentiroso (miente por su arte), ¿donde está el límite entre la mentira y el uso de herramientas que infringen ciertas éticas o leyes?
El primer caso que se me ocurre es el del truco que yo mismo he compartido:
Países como Estados Unidos y Australia tienen severas sanciones por dañar el dinero.
De entrada, y según la ley europea (por el euro),
" Los Estados miembro no deben prohibir, ni castigar la destrucción completa de pequeñas cantidades de monedas o billetes de euro cuando esto ocurra en privado. Eso sí, sí que deben prohibir la destrucción no autorizada de grandes cantidades de monedas o billetes de euro.
El código penal no matiza ninguna ley al respecto, pero no hay que olvidar que si alguien rompe o quema un billete, está destruyendo un bien público. El dinero es emitido por el Banco de España y el papel en el que se imprime se ha costeado del erario público. Es decir, aunque pueda resultar extraño, el dinero no es propiamente nuestro, aunque nos lo hayamos ganado.
La Unión Europea tipifica como delito “la falsificación o alteración fraudulenta de dinero de cualquier forma”. Por su parte, todo el dinero que no sea apto para la circulación, debe ser entregado a la autoridad nacional."
Info sacada —> ¿Es ilegal romper dinero? Los países en los que está considerado un delito
El tema es el siguiente, llevado al extremo de lo absurdo, en el truco de la moneda se te podría acusar de dañar un bien publico.
Sería absurdo y de entrada no merece la pena preocuparse por ello, pero hay base para que pudiera pasar.
Por otro lado, la ley es muy específica, "La Unión Europea tipifica como delito “la falsificación o alteración fraudulenta de dinero de cualquier forma”…
No dice: "La Unión Europea tipifica como delito “la falsificación o alteración fraudulenta de dinero de cualquier forma, salvo si haces magia que entonces no hay problema”
Esto implicaría que la cierta “libertad” de muchos trucos de magia que dependen de billetes falsos, para realizar gimmicks o mismamente para romper y recomponer, de entrada y de nuevo llevado a lo absurdo, pudieran considerarse ilegales.
Y lo mismo para todo tipo de monedas trucadas.
Afortunadamente, el uso que se le da a las cosas importa y mucho, pero aún así siguen estando en una cuerda floja.
Y esto me lleva a la actualidad de hoy en día, las tecnologías.
Obviamente siempre se ha usado los avances en todas las áreas de la ciencia para que la magia evolucione y se adapte a las épocas.
Pero hay cosas que pueden rozar ciertos aspectos éticos y legales, como puede ser la propiedad privada personal de cada uno.
Y aunque la finalidad del efecto depende de lo bueno que sea el método, dicho método debe tener unos ciertos valores éticos y legales.
Ejemplo:
- Si por alguna casualidad tuvierais acceso al móvil de una persona desconocida y pudierais leer todos sus mensajes, os podríais enterar rápidamente de muchas cosas sobre su vida.
Si luego os presentáis ante esa persona como vidente o mentalista, y le empezáis a desgranar ciertas cosas que averiguasteis por leerlas, esta claro que esta persona creerá que tenéis algún tipo de poder mágico.
Como efecto, fijo que triunfaríais, pero el método es totalmente ilícito y nada ético.
Por lo tanto, ¿donde estaría el limite?
A mi me encanta la tecnología, es lo mio, pero hasta que punto se puede usar como pretexto de un buen efecto.
Podría hablar más de este tema (lo llamaría "formas cuestionables, tanto ética como legalmente, de hacer magia ") pero voy a ir al grano.
Existe un aparato, el flipperzero, que perfectamente podría ser usado para “hacer magia”, ¿os imagináis abrir y cerrar el coche de cualquiera?, pues lo podréis hacer…, ¿os imagináis abrir y cerrar la barrera de cualquier parking o puerta de cualquier garaje?, también, y un largo etc…
Por la magia, ¿todo vale?.
Supongo que todo esta en como se usen las cosas, en estos temas soy el primero en decir que todo es relativo y suelo poner un ejemplo muy simple:
- Todos tenemos cuchillos en casa, los usamos para múltiples cosas, están en su cajón, los usamos, lavamos y vuelta al cajón.
A pesar que el la sociedad hay gente que los usa para hacer cosas malas, no los prohibimos porque sabemos que en el uso que se les de, esta la diferencia entre lo legal y lo ilegal.
La realidad es que no vengo a dejar nada claro, en tal caso dejarlo más revuelto.
Creo que las tecnologías son maravillosas, pero pueden ser una navaja de doble filo.
Obviamente la magia se basa en crear ilusiones, y el fin es conseguir ese asombro en el publico, el cual es la base de alimento del propio mago.
Pero sigo preguntándome donde están los limites para conseguirlo.
Dejo de divagar y dejo el tema abierto por si alguien más quiere comentar algo o dar su opinión.
Son bienvenidas todas las opiniones, sobre todo las criticas si generan debate .