La cuestión es con qué te sientes cómodo. Obviamente, una presentación que no te crees no transmitirá lo mismo que otra de la que estás completamente convencido.
Yigal Mesika no para de repetir que para que una levitación y/o suspensión sea creíble el mago tiene que creer (y de paso, asombrarse) de que el objeto levite o pueda moverse solo. Lo mismo con la llave embrujada (que no tiene ningún gimmick, solo la voluntad del mago), el Blow de Capilla, etc. Pasan cosas asombrosas a la voluntad del mago, el mago usa sus “poderes”, ¿no es increíble?
Entonces, ¿cómo ajustarías tú una presentación partiendo de esas premisas? Yo creo que no pasa nada por copiar literalmente una presentación que funciona, sobre todo si tiene bromas o si- tuaciones más universales, aunque siempre cada uno le dé su toque personal. La pesadilla del profesor o las wild cards tienen pocas opciones para cambiar de un guión descriptivo a uno ficcional.
Pero bueno, como ya defendí en otro artículo, no hay nada escrito en piedra (y menos en magia) y puedes tirar de muchos recursos literarios más allá de los típicos descriptivos, representativos o ficcionales: storytelling, metáforas, símiles, fábulas, anécdotas, historia, etc. La cuestión es probar, variar, no aburrir y divertirte.
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Si quieres más información sobre narrativa, te recomiendo que leas: Morfología de los cuentos de Vladimir Propp y El Viaje del Héroe de Joseph Campbell.
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Más específicamente, sobre la estructura del guión literario en magia, La Magia del guión de Pete McCabe o El discurso con método de Armando de Miguel.
Espero haberte ayudado, un saludillo.