Hola, he estado pensando y creando una sesión de mentalismo para poder realizar estas Navidades. Por ahora se compone de dos juegos. Saludos.
1º “Adivinación” de una carta pensanda libremente.
El efecto sería el siguiente: el mago comenta la frase siguiente “Creen ustedes que yo puedo determinar vuestros pensamientos, mucho antes de que ustedes los hayan pensando.” Seguramente estéis pensando que no, pues a veces es posible. Para demostrarlo el mago escribirá una predicción en un papel, dicho papel estará a la vista hasta finalizar el juego. Un espectador del público tendrá que pensar una carta de la baraja de póker, cuando ya la tenga en mente; el mago sacará la baraja diciendo que no es una baraja de cartas cualquiera, sino que es una muy especial, no por sus caras, sino por sus dorsos. Cada carta tiene un nombre distinto, (el tres de picas se llama Raúl, el rey de trébol se llama Alejandro, el ocho de corazón se llama María; esto se hará con todas las cartas, con la finalidad de que cada carta tiene un nombre diferente) al finalizar este proceso de ir mostrando las cartas, se le preguntará al espectador que nombre en voz alta la carta que pensó desde un principio; supongamos que es el 2 de picas, se buscará la carta recalcando que fue una carta pensada libremente y que yo como mago no puedo saber cuál prodía llegar a ser. Cuando ya se saca la carta se pide que se abra el papel que desde un principio estuvo en la mesa, yo lo que hago es recalcar que la predicación fue escrita mucho antes de que usted hubiese pensado la carta, el espectador te dirá que sí; en ese momento tan tenso otro espectador lee lo que pone en en el papel (Gracias por escoger a “SAMUEL”) se da la vuelta al 2 de picas y es la única que se llama Samuel.
2º Adivinación imposible. (Título del juego inventado por mí)
Espero contarlo bien, no quiero revelar nada, es un juego del Seminario de Mentalismo del Escorial realizado por Juan Tamariz hace muchos años. Siguiendo con la charla del juego anterior podemos decir que sí es posible saber los pensamientos de una persona. El efecto que ven los espectadores es el siguiente. Un espectador firma un papel de una libreta con la finalidad de que dicho papel no pueda ser manipulado o cambiado por el mago. El ilusionista, dirigiéndose al público, pedirá que cada uno de ellos piense en un número de tres cifras, cualesquieran. El espectador que tiene el papel firmado se lo dará a otro espectador, esa persona pondrá su número pensando arriba a la izquierda, este proceso tendrá que ser repetido 2 veces más, haciendo que haya 3 números de tres cifras, uno debajo de otro, al finalizar se le devolverá el papel al mago y se lo enseñará al espectador que firmó el papel. Mago: “¿Es tu firma?” Espectador: Sí. Se le indica a la persona que por detrás del papel haga la suma de los 3 números pensados, mientras él hace la suma el mago recalcará que ellos pusieron 3 números desconocidos por mí, imposible que yo sepa cuáles son vuestros números (el mago estuvo de espaldas todo el tiempo). El espectador ya terminó la suma, se le pide que muestre en grande el resultado final (el mago se encuentra de espaldas) y que haga trocitos al papel, el mago se gira ya que no puede ver ya nada, se toman los trocitos y se queman en un cenicero. El ilusionista comenta que aún queda información en lo que era antes los trocitos, tan solo tengo que tomar las cenizas que quedaron y frotarlas en un papel, poco a poco se van viendo números en la hoja hasta que toman forma y se aprecia que pone el número final.
