Gonzalo Albiñana, gran premio extraordinario en el último Nacional acaba de sacar un libro (librazo por los tres años de trabajo, y por el volumen del mismo).
Gonzalo para los que no le conozcáis, es un mago treméndamente creativo y meticuloso, con un gran amor por la magia como demuestran sus estudios de la sal infinita (G.A.P.S.) o sobre la jaula que desaparece (Maese Coral) y todos los juegos que tiene comercializados.
Y ¿de qué va en blanco? Es dificil de concretar, así que vamos a dejar que sea Gonzalo y los que le han acompañado los que nos lo cuenten:
Un salto al vacío, a un folio en blanco, con tirabuzón y sin red.
Un reto de escribir una idea de magia al día, ininterrumpido durante más de un año.
Un proyecto de Gonzalo Albiñana, más de ochocientas páginas de un juego entre amigos magos hecho libro, el desenlace de un reto creativo, una ventana a la imaginación del autor con matizaciones, comentarios y quejas de Mago Migue, Gastón, Imanol Ituiño, Tuttilifamili, Miguel Ángel Gea, Nacho Diago, Adrián Vega, Jon Zabal, Fernando Saldaña, Ramón Mayrata, Ramó, Armando Magia y Ricardo Sánchez. Todo maquetado por Eden Herrera, y con cajita de pinturas de regalo.
Pero, hablemos claro,
¿Qué es Gonzalo Albiñana, y quién es En Blanco?
Dejemos que lo cuenten quienes han vivido y conocen los secretos de ambos:
Miguel Puga, MagoMigue:
“Gonzalo Albiñana es un soñador, con un pensamiento crítico, analítico, juguetón y libre, que precisamente nos ayudará a “no quedarnos en blanco” nunca más. Este es un año de dedicación obsesa, de sacrificio, de trabajo, de pasión, de amor a la magia y a lo mágico, de desvelos, de risas, de ideas tiradas a la basura, de otras que no te esperas, de genialidades, de tonterías… un año jugando con los sueños. Con sus sueños, y a la postre, con los nuestros. Y, por si fuese poco, es tan generoso que ha decidido compartirlo con el mundo. Tienes entre tus manos algo muy especial. No son sólo maravillosas ideas. No sólo es un libro. Es un juego. Son 365. Quizás muchos más. Una caja de Pandora. Un mágico costurero para que puedas coserte tu propia sombra.”
Gaston:
“¿Qué es un libro? ¿Qué es este proyecto? ¿Quién es este hombre? Imagina una habitación llena de magos. La mayoría de ellos, hablaban español. Muchos de ellos se hicieron amigos. Con algunos de ellos, se formó un conjunto, CINCO. Uno de ellos me inspiró una y otra y otra vez. ¿Su nombre? Gonzalo Albiñana. Compartimos dos amores. La magia y el teatro. El teatro y la magia. ¿Qué va primero? ¿Qué es lo importante? ¿Qué es una gallina y qué es un huevo, y por qué tiene que ir uno antes? Dos almas en nuestro pecho que nunca descansan, siempre preguntan, siempre exigen. Conozco a Gonzalo desde hace casi diez años. Oh, Ach du liebe Zeit!, la cantidad de magia que le he visto inventar en este tiempo. Yo fui su maestro, en cierto modo, y él me pateó el culo para ser mejor mago. Discutimos sobre arte, magia, teatro, trucos de magia, trucos de magia y más trucos de magia, sobre homeopatía y extraterrestres… las cosas normales, ya sabes. Desarrollamos nuevas formas de pensar sobre la magia y el teatro, y él desarrolló un truco tras otro para mí. Estoy muy agradecido por su existencia, muy agradecido. Y tú también lo estarás. Porque su libro está lleno de inspiraciones, ideas y material nuevo. Puede que no todo te guste, pero no pasa nada. Busca las joyas que encajen en tu corona, y ya verás que habrá muchas. Disfrutad de las ideas, la magia y la creatividad de Gonzalo Albiñana - un mago, un creador y un amigo. “
Imanol Ituiño:
“A pesar de ser un libro con unas 365 ideas, (algunas más), y juegos de magia, (algunos más), no leas este libro si lo que quieres son 365 ideas, o juegos de magia. Porque creo que Gonzalo no busca solo eso, no busca solo la practicidad, la búsqueda de lo posible ni la creación de muchos juegos. Es otra cosa. Gonzalo es el ser que más ama la magia del mundo. No conozco a nadie, ni creo que haya habido nadie, en toda la historia de la magia, que sienta tal respeto, admiración y amor por los trucos. Gonzalo es capaz de ver espectáculos de magia hablada en idiomas que no entienda. Soporta espectáculos de magos batalleros anónimos, grabados con cámara en mano, solo para ver si entre todo el material trillado y comprado, hay algo que valga la pena. Se ha visto YouTube entero. Varias veces. Gonzalo respira magia. Y por eso habrá veces que creamos que es vehemente, que se mete con innombrables (¡tiene hasta para darle candela a Slydini, a Riesse, a Fitzkee!), que se pasa con lo que dice. Pero os prometo que no lo hace desde la figura de padre defensor de la única verdad. Para hacer un libro como este sin duda tienes que amar la magia. Y la magia es el juguete favorito de Gonzalo. Es único. Su manera de pensar, de ver la magia, de crear, de escribir. Leer este libro es conocer un poco mejor cómo funciona su mente. Leerlo en orden además equivale a ser parte de su proceso creativo. Ver la evolución en estas páginas es impresionante. Gonzalo Albiñana se desnuda (a veces) en estas páginas y nos deja ver su visión de la magia actual. Gonzalo juega a ponerse al límite, no solo intentando crear una idea, concepto o mejora, si no haciendo unas presentaciones que por sí solas podrían ser relatos. Todo al alcance de la siguiente página.”
Armando Magia:
Con Gonzalo en el tablón de juego aparecen métodos distintos, ves universos ocultos o bien destruyes lo que ya estaba establecido. Y sí, este comportamiento libre y atrevido es lo que más me gusta. Creo que, para crear y encontrar, tienes que atreverte a jugar sin límites, sin reglas establecidas. Un todo vale. Destruir, crear y sobre todo jugar en un delirio de ocurrencias. ¿Te suena de algo? Porque así es Gonzalo. Es aquí donde reside el verdadero tesoro oculto”
Ramó:
“El año entero es un alarde de creatividad ininterrumpido, pero enero de 2020, a mi parecer, es cuando empieza a descender a las profundidades, a lo fundamental, a comunicar ideas más allá de la magia. Los truquis se vuelven historias, empiezan a brillar las metáforas (9 de enero), o reinventar un clásico manido en un efectazo (volviendo de Valencia con un resacón, el 50% del cual tenía culpa Nacho Diago). Lee este mes con detenimiento, aquí encontrarás expresiones del alma de Gonzalo que nos enfrentan contra nuestra propia humanidad. Caminando y en ocasiones cruzando con el umbral de la ilusión. Y es que Gonzalo es una persona inspiradora día a día. Siempre estoy pensando, esto que estoy haciendo ¿le gustaría a Gonzalo?”
Adrián Vega:
“Lo que hace Gonzalo, una vez más, es compartir con nosotros su creatividad, sus ideas, sus inventos, sus versiones, sus “cuentos”, sus historias, en fin. ¡su imaginario! Y no es poco, amigos, ¡qué digo poco! ¡Es una bestialidad! Más allá de todas esas locuras que vas a descubrir y que ahora compartiremos juntos, lo que Gonzalo consigue en este libro es demostrarte que en el ARTE de la magia (como él la considera y trabaja para que sea así), NO hay límites. Es realmente increíble e inspirador, y quizás pueda dar hasta rabia, todo lo que sabe, conoce y comparte contigo. Multitud de créditos, bibliografía en cada aspecto que trata en este libro, magia de cerca, escena e incluso grandes ilusiones. Gracias Sr. Albiñana por tu generosidad, tu cultura, tu pasión y por seguir haciendo que seamos mejores magos, mejores artistas…y es que en el arte… ¡no hay límites!”
Jon Zabal:
“¿Qué ocurre cuando lees un juego que te gusta en un libro de magia? Pues no sé a ti, lector, pero a mí me suele pasar una de estas dos cosas: un deseo irrefrenable de incluirlo de mi repertorio comienza a invadirme —tendencia que tiendo a reprimir con urgencia, cosas del ego… ya se sabe— o reconozco en él una o varias buenas ideas que no utilizaré nunca, pero me alegran el día y me hacen sentir satisfecho por aprender algo intelectualmente inquietante. ¡Qué bonita es esa sensación! Sin embargo, a veces, sucede otra cosa distinta y empiezo a desear ver el efecto en escena, pero no hecho por mí. Más bien como si yo fuera un espectador más, dejándome llevar por la dramaturgia, iluminación, música y demás elementos del número. Esa sensación se queda enquistada en mí durante unos días, hasta que el coche de atrás me pita enfadado para avisarme de que el semáforo ya se ha puesto en verde y puedo acelerar. En ocasiones, incluso, me imagino a un mago concreto (vivo o muerto) presentándolo. Mi psiquiatra me ha dicho que esto es normal, no tengo por qué alarmarme. Que solo vuelva a su consulta si mi amigo imaginario me dice que mate a gente. Pues bien, esa excepcional sensación que solo me ocurre muy de vez en cuando ha sucedido en un montón de ocasiones mientras leía el texto que se desplegará a continuación ante ti… Aunque admito también que he encontrado varias ideas para utilizar en mis propios efectos…”
Jose Fugy y Ana Puerta, Tuttilifamili:
“Gonzalo Albiñana, ese señor pintoresco que al conocerlo le echamos diez años más de los que tenía, porque saber demasiado para los años que tienes puede crear esa confusión. Es un genio con G de Gonzalo, pero lo que más le honra es la generosidad con la que ama su trabajo. Para nosotros es una de las mentes más creativas que conocemos, de hecho, no podemos concebir crear un espectáculo nuevo sin su gran ayuda. Y no queremos decir que durante ese año de inventar un juego cada día todos los juegos que haya escrito sean una maravilla. No. Hay mierdas, muchas. Pero, aunque un tercio de los juegos fueran una mierda, todavía quedarían casi 250 juegos buenos y muchos de ellos son una joyita. Por favor, no olvidemos que estamos hablando de inventar un juego nuevo todos los días durante un año. Creednos, lo hemos vivido en primera persona. Que el lector haga una reflexión y piense si sería capaz de tal hazaña. Aquí no encontraréis sólo eso, muchos de ellos viejos conocidos con una adaptación que los hacen nuevos. Aquí hay mucho más. Aquí hay historia de la magia, porque Gonzalo es historiador de la magia. Aquí hay presentaciones que rozan más la puesta escénica teatral, escritas de tal forma que bien podrían estar en una selección de mini cuentos, porque Gonzalo además de periodista también es actor. Aquí hay creatividad e imaginación, cientos de preguntas abiertas para que el lector las pueda contestar. Aquí hay desde micro magia hasta grandes ilusiones y seguramente en la mayoría de ellas te encuentres un FP, porque tiene una obsesión. No podemos negar que escribimos estas palabras desde un absoluto enamoramiento hacia su persona, porque fue un amor a primera vista de los que duran toda la vida. A Gonzalo le borbotean las ideas, su libreta está agotada. Pero no confundamos inspiración con un don que posee, un don que cultiva con constancia y estudio. Si pusiera el mismo empeño en comer bien… Conocemos a pocos con un amor tan profundo a la magia; menos a la manipulación, que para él no es magia (ahí te dejamos el marrón y el odio de los manipuladores) Y además es vegano, por aquello de la constancia, aunque por un buen vaso de crema de orujo podría llegar a hacer una excepción (Cristina, si alguna vez lees esto ya es hora de que lo sepas)”
Miguel Ángel Gea:
“La magia, en su profunda esencia, tiene mucho más de lo que solemos ver, y algunas personas bucean a pulmón para recordarnos lo que se encuentra ahí debajo. Gonzalo ha sabido tener la paciencia de ilustrarse, de pasear por otras artes y sin alejarse de la magia, entresacar esas caricias en forma de ideas hermosas. Defiendo los libros de ideas porque no lees para sacar del autor algo para ti, sino que el autor va a sacar algo de ti que será para ti. Las ideas que leas te provocarán tus propias ideas y eso conformará tu magia. Gonzalo tiene una mirada amplia de la magia, pero a la vez concentrada y centrada en el sentimiento mágico. Agranda el imposible hasta el punto de abarcar inquietudes tratadas en otras artes, pero a la vez, se limita a que la vivencia de la magia sea lo que rodeé siempre sus propuestas. Su trabajo de investigación y el dejarlo reflejado muestra la importancia que da a la autoría en magia. No sólo nos dice al oído la preponderancia que tienen los creadores, sino que este conocimiento no merma la capacidad creativa. La creatividad es el motor constante de cada día y no desfallece por el trabajo diario por escudriñar su mente. Esto, indudablemente, le lleva a un acto libre y un arte con menos ataduras. Su libertad se ve reflejada en el intento constante de saber y revitalizar su conocimiento en forma de idea personal y original. Esta observación del pasado y presente a la hora de preparar su obra no rebaja su capacidad crítica. Salpica sus textos con una crítica, más o menos, velada desde su visión mágica. La propia forma en que trata la magia, cómo la idea, cómo la expone y cómo la escribe ya es una crítica en sí misma al compararla con el estándar mágico. Además, siempre que puede, nos indica un camino donde parte de un mismo origen llega a una meta diferente, y eso, es otra crítica en sí misma. Trabaja formas de exponer la magia con elegancia y originalidad, con lo que no sólo vas a conocer a este sensible artista, sino que agrandarás tus conocimientos mágicos y ampliaras tu visión de la magia.”
Ricardo Sánchez:
“Reconozco que los trabajos mastodónticos y caóticos me tocan la fibra sensible. En estas cosas soy de extremos. Dame un libro bien finiquitado con el material más personal de alguien y con las explicaciones detalladísimas. O dame un libro de ideas, con material suelto que me ponga a trabajar. Lo que no quiero más son libros medianos. Compendios de juegos blanditos, un poco probados pero sin experiencia detrás. El problema es que casi todo lo que se publica es de esta categoría que ni va ni viene. Creo que, si has llegado a junio, ya sabes de qué lado cae este libro. Vamos, es que no cae de un lado, cae por el borde. El borde es un puntito para él. Uno de los libros de ideas más ambiciosos que se me ocurren y todas dan para abrir la mente y volar.”
Ramón Mayrata:
“Durante años identificaba a Gonzalo Albiñana con un mago de sombras. Aunque sospechaba que las sombras que proyecta con los movimientos de sus manos son el negativo de otro tipo de magia que sucede en su cabeza. Este libro nos permite asomarnos a lo que pasa por las circunvoluciones de su cerebro, auténticas autopistas de alta velocidad que tampoco desdeñan las carreteras secundarias: El flujo de conciencia de quien no puede dejar de pensar en cómo optimizar una técnica, mejorar la cobertura, incrementar un efecto o dilatar una emoción. El resultado de un año en aislamiento es algo así como los nueve tomos del «Tarbell», pero a la manera de Albiñana. Una manera particular, porque Albiñana rezuma originalidad. En este libro asistimos a la magia de no poder dejar de imaginar. Las manos de Gonzalo Albiñana no sostienen objetos, desprenden ideas que se empujan, saltan, forcejean y se trasmutan. Es un mago que tiene más ideas que tiempo para materializarlas. “
Nacho Diago:
“Cuando Gonzalo me llamó para sugerirme que escribiera mi opinión, sensaciones o comentarios a su proyecto por supuesto que no lo dude ni un segundo. Contesté que sí. Y lo hice por varios motivos. En primer lugar, por la admiración que le tengo. Gonzalo es una persona apasionada, culta, con universo propio asombroso, amante de la magia y de todas las artes que él considere que la pueden enriquecer y lo mejor de todo, tremendamente generosa. Además de eso, nos une una buena amistad. Pero acepté sobretodo porque me pareció un proyecto de lo más interesante. Un proyecto que se revela en forma de diario, como un cuaderno de bitácora de su pensamiento mágico en el que no hay filtro. Y quizá esto es lo mejor. No se juzga. Juega consigo mismo a inventar. Se pierde sin miedo y ahí es donde encuentra. Sueña y con la lógica de los sueños vive realidades diferentes, a veces totalmente incomprensibles, otras placenteras, muchas inverosímiles, otras geniales, incluso algunas que son para que se queden un largo tiempo en un cajón, pero todas interesantes. Así que…sin saber muy bien por dónde empezar… ¡juguemos!..”
Fernando Saldaña:
“¡Es Albiñana! Y es mi desdicha: hasta ayer o anteayer pensaba que, gracias a mi teléfono móvil, tenía todo el conocimiento en mi bolsillo. Ahora sé que necesito cargar, amén del antedicho celular, con un libro generoso, diez o treinta cuadernos para anotar ideas que me surgen con su lectura… Y toda una vida… No, más de una vida. Toda una eternidad para asimilar cuanto contiene. Gracias, Gonzalo. Me has hecho creer en la reencarnación. Necesito que existan otras vidas para continuar aprendiendo con tu obra”